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Abogados de causas impopulares

Redacción YG Abogados

 

Acabo de leer en el ABA Journal, un artículo de Bob Carlson, actual Presidente de la American Bar Association, el último de su mandato, titulado “Defense of the unpopular: Lawyers should not suffer backlash for defending rights of unsympathetic clients” [1] (La defensa de causas impopulares: Los abogados no deben sufrir rechazo por defender los derechos de clientes antipáticos). Comienza con la conocida (en EE.UU.) defensa que hizo John Adams en 1770 de los soldados británicos acusados de la matanza de Boston. Como afirma Carlson “Even before the creation of a United States, a Declaration of Independence or a Constitution, Adams understood that for a legal system to work, everyone accused of a crime must have representation. Adams consiguió la absolución de seis de los acusados y la rebaja de condena del resto.

 

Carlson explica que:

 

“Equating the bad acts of the accused with the attorney representing them can be a natural human impulse, especially when the crimes alleged are heinous and the defendants are unpopular. Lawyers, however, should not be ostracized or face penalties such as loss of business or abuse if they choose to defend a reviled client.

Lawyers are not defending the crime. They are defending rights and liberties—to which we all are entitled—that are enshrined in the Constitution. They are ensuring that the procedures are fair, that the accused has not been mistreated and that the government has met its burden of proof beyond any reasonable doubt. These safeguards ensure that justice is there for the innocent and the guilty, the sympathetic as well as the unsympathetic defendant.”

 

En los últimos tiempos, estoy observando que defender a acusados en ciertos supuestos se convierte en algo difícil. Así, también en el ABA Journal (Harvard Law professor leaves Harvey Weinstein defense team, then loses faculty dean post [2], by Stephanie Francis Ward, May 16, 2019), apareció la noticia de que el decano de estudiantes de Derecho de Harvard, Ronald S. Sullivan Jr., había sido cesado de su puesto, y también su mujer, por formar parte del equipo de defensa de Harvey Weinstein. El motivo del cese fue la presión de los estudiantes en su contra por aceptar formar parte del equipo de Weinstein.

 

En España veo que se vilipendia al abogado Agustín Martínez, por su defensa de los miembros de la conocida como “La Manada”. De hecho, pocos días después de aparecer este artículo del blog, leo en El Confidencial, del 12 de julio de 2019, la siguiente noticia: “Moncloa veta al abogado de la Manada” [3]. En la noticia se dice que “Este sábado a las 11.15 de la mañana Agustín Martínez, el letrado que ha defendido a los cinco miembros de ‘La Manada’ de Pamplona, debería haber comenzado su participación en los cursos de verano de la Universidad de Cádiz. La charla, que compartía con el José Manuel Jareño, abogado penalista de Cádiz, estaba enmarcada en el seminario: hablemos sobre el sexo y la sexualidad: el hombre y la mujer como seres asexuados, que tenía varias actividades. Su conferencia concreta tenía el título: delitos contra la libertad sexual, abuso o agresión”. Añade que, sin embargo, aunque “todo estaba organizado: el hotel reservado, la exposición preparada, e incluso el letrado Sevillano iba en su vehículo camino a Cádiz; cuando recibió una llamada en la que le anunciaban que su participación había quedado suspendida. Se le iba a prohibir el acceso a el Aulario La Bomba del Parque Genovés, donde debía hablar … El responsable formal de la cancelación había sido el nuevo rector Francisco Piniella, nombrado justo el día anterior. Sin embargo, según ha podido saber El Confidencial, el veto a que Agustín Martínez participase no fue del rector sino que llegó de mucho más arriba, de Moncloa, concretamente de uno de los Ministros que forman parte del Consejo, el de cultura: José Guirao”.

 

El asunto es escandaloso. No he visto, ni antes, ni ahora, que el Presidente del Consejo General de la Abogacía, ni siquiera el Colegio de Abogados de Cádiz o Sevilla (colegio al que pertenece Agustín Martínez), hayan levantado su voz para defenderlo ¿Es que los abogados tienen que convertirse en héroes para defender causas impopulares? ¿Es que tiene que sacrificar sus vidas, su prestigio y su hacienda por defender a aquellos a quienes la sociedad ya ha juzgado y condenado antes de celebrarse el juicio?

 

No es inconveniente aquí citar de nuevo a Carlson, y recordar que “the right to counsel only has meaning if defense attorneys can represent the most despised defendants without adverse consequences from society. Adams taught us this lesson more than 250 years ago. We would be wise today to follow Adams’ advice when he said, Always stand on principle … even if you stand alone.

 

Lo que me recuerda la gran película de Arthur Penn, La jauría humana, en la que Marlon Brando, frente a todo el pueblo defiende el derecho de ser juzgado de Robert Redford (el preso fugado). Lo único malo, es que al final este muere …

¡Ánimo compañero, estamos contigo!